En un alto, junto al rio Cuerpo de Hombre, a cuatro kilometros descendiendo por carretera, se encuentra Montemayor del Rio, un pequeño pueblo dominado por el Castillo de San Vicente en su punto más elevado. Montemayor que llegó a ser capital del Marquesado con su mismo nombre, se ha convertido hoy en un pueblo con encanto turístico, por sus angostas y empinadas calles, su Iglesia, su industria cestera proveniente de los castaños de los montes que la rodean y sobretodo por su castillo que actualmente es un centro de interpretación que puede ser visitado.